domingo, 19 de junio de 2011

El Vínculo


Hace tiempo que tengo rondando en la cabeza este post. Llevo años oyendo esta frase "hay que mejorar el vínculo perro-guía". Es fácil de decir, pero ¿qué es el vínculo? ¿cómo lo creamos? ¿cómo lo mejoramos?

Esta vez no voy a hacer referencia a la RAE, más que nada, porque he buscado la definición y casi me entran ganas de llorar: no tiene nada que ver con lo que realmente yo creo que es tener un vínculo con alguien y menos aún con un compañero canino. 

Para mí el vínculo entre dos personas, o entre un humano y su compañero canino (permitid que me limite a los perros, aunque podríamos hablar de gatos o de cualquier otro ser vivo con el que convivamos), es la relación de afecto y amistad que se establece entre ellas. Yo, sintiéndolo mucho, no tengo ningún vínculo con mi casero, sí tengo una relación contractual, pero no un vínculo como yo lo entiendo.

He oído por ahí que, ya que existe un vínculo afectivo entre perro y guía (partamos de la base de que prefiero el término de mi amiga Mónica "cuidador", o incluso compañero, o simplemente humano), una vez que enseñamos al perro algo y lo ha comprendido, podemos exigírselo, porque sino lo cumple nos está desobedeciendo. Yo no lo entiendo así: me pueden exigir en el trabajo, me puede exigir mi casero, me podían exigir los profesores en el colegio, puede exigir mucha gente con la que tengo un "vínculo" (un contrato) no afectivo. Mi pareja no me puede exigir, mi padre tampoco (al menos desde que estoy independizada), mis amistades menos: ellos me pueden pedir las cosas y precisamente porque hay un vínculo afectivo, yo responderé. Creo que un "por favor" funciona mejor que un "porque yo lo digo" (aunque se trate de algo necesario y coherente).

¿Cómo creamos el vínculo? Como bien me dijo un gran amigo y profesor, el vínculo es algo que los cachorros traen de serie, lo único que puedes hacer es mejorarlo y reforzarlo o, lo más habitual, cargártelo. Pero, ¿y si se trata de un perro al que adoptas ya de adulto? Pues creo que casi igual, un perro que traes de un albergue, que ha pasado no sé cuántos días (o meses o años) encerrado en un chenil, con poco contacto humano, con humedad, con frío y con calor (por mucho que nos esforcemos los voluntarios de una protectora por tenerles en las mejores condiciones un albergue no es un hogar), independientemente de los problemas que tenga (estrés, miedos, etc..) enseguida entenderá que ha cambiado para mejorar (por lo general, claro), que tiene una camita calentita, resguardada de las inclemencias del tiempo, alguien que le va a mimar cada vez que lo necesite, comida, agua, estabilidad. Casi basta con cubrir sus necesidades básicas para "tenerle ganado". Por lo tanto, crear un vínculo, en sí mismo, no debería ser un problema.

Aunque ahora tocaría hablar de cómo mejorar el vínculo, prefiero hablar sobre cómo se puede destruir. En primer lugar, por supuesto, no cubriendo las necesidades básicas del perro y en segundo lugar, básicamente, por los castigos. Por desgracia todos hemos tenido oportunidad de ver cómo perros educados con "mano dura" muestran un gran apego hacia sus dueños (no me he equivocado al escribir dueños, esta gente suele considerar a sus compañeros como una posesión): en ese caso no estamos hablando de un vínculo afectivo sano, más bien se trata de vínculo por miedo, y os aseguro que no hace falta usar castigo físico.

Pero por suerte, todo (o casi todo) puede cambiarse. ¿Cómo mejorar el vínculo o restituir aquel que ha sido destruido?. La verdad es que no hace falta trabajar mucho (justo lo contrario que para romperlo), simplemente hay que seguir al pie de la letra una premisa: RESPETO. Respeto al perro y a sus necesidades, respeto a sus tiempos de descanso, respeto a sus miedos, a sus gustos y preferencias. Debemos hacer desaparecer cualquier tipo de castigo (verbal o físico), aprender su comunicación gestual,  fomentar que él la use y por supuesto responder. Huelga decir que cubriremos sus necesidades básicas, de comida, de bebida, de higiene, de relaciones sociales. Y simplemente, estaremos ahí. No hace falta achuchar al perro todo el día, lo primero porque es estresante, y lo segundo, porque a muchos no les gusta, pero sí estar ahí, como referente. En casa podemos sentarnos cerca de él y simplemente estar, seguro que en breve se arrimará y solicitará contacto físico entonces, ¿qué mejor momento para acariciarle de forma suave o darle un masaje? Los momentos tranquilos que pasamos con nuestro perro son unos de los mejores reforzadores de vínculo que pueden existir. En la calle, le dejaremos disfrutar del paseo, al fin y al cabo es su momento, nos olvidaremos de las "órdenes" (salvo que sea estrictamente necesario) y haremos cosas divertidas (para el perro) juntos. Si tenemos un perro con algún tipo de miedo o problema, aparte de contactar con un profesional, buscaremos lugares y horarios lo más tranquilos posibles para él: lo agradecerá seguro.

Creo que me he dejado un montón de cosas en el tintero, así que, empezaré a preparar una segunda entrega de este post. De momento, creo que ha quedado claro, a grandes rasgos, qué es lo que entiendo yo por vínculo. De todas formas, se aceptan (y ruegan) preguntas y comentarios.



domingo, 12 de junio de 2011

Aromaterapia en animales


DEBA

El pasado fin de semana he tenido la gran suerte y el honor de asistir de nuevo a un seminario de Susana Blanco, y esta vez en la Facultad de Veterinaria de la Universidad Complutense de Madrid.

Hace algún tiempo empecé a interesarme por tratamientos algo más naturales que los que nos ofrecen normalmente nuestros médicos de cabecera, y la verdad, hay alternativas, y muy buenas. Y ya puestos, ¿por qué no buscarlas también para nuestros amigos peludos? Pues Susana nos introduce en el mundo de las plantas y la aromaterapia.

Hablando de aromaterapia, existen básicamente dos corrientes, la inglesa y la francesa. La primera trabaja con masajes y la segunda emplea todas las vías de administración, vía tópica, oral y por supuesto, el olfato. Esta segunda escuela es la que sigue Susana.

La madre naturaleza siempre nos ha ofrecido los grandes poderes curativos de las plantas, pero el mundo moderno se ha acostumbrado a usar las réplicas químicas que se producen en los laboratorios. ¿Por qué no volver a los orígenes?

A la hora de empezar a usar los aceites esenciales tenemos que tener muy en cuenta dos principios:

- El primero, que no todo lo natural es inocuo para la salud. Tenemos que tener ésto muy en cuenta, porque aunque nuestros aceites sean 100% naturales, algunos tienen componentes que pueden ser tóxicos si se toman por vía oral, o dermocaústicos y producir irritaciones en la piel, o fotosensibilizadores, por lo que deberemos evitar la exposición al sol tras su aplicación.

- El segundo es que debemos elegir aceites esenciales de alta calidad. Un producto adulterado no contendrá las mismas propiedades que uno natural y enseguida podríamos decepcionarnos al no aparecer los efectos deseados. Para garantizarlo nos debemos fijar en el precio (los naturales son más caros), en que aparezca en la etiqueta el nombre científico (en latín) y que se especifique el quimiotipo.

- El tercero es que, por lo general, los aceites deben administrarse a los animales diluídos por lo general, en aceite vegetal. Para hacernos una idea, la proporción sería similar a la de la aplicación de los aceites en niños.

Sobre el quimiotipo me gustaría escribir unas líneas. Este nombre tan raro hace referencia al componente químico (natural) predominante en una planta. Existen el linalol, el tujanol, el geraniol, el timol, los citrales, etc, etc.. Es importante a la hora de distinguir los aceites, ya que el aceite de una misma planta puede tener efectos distintos en función de dicho componente: hay distintas variedades de tomillo y de romero, por ejemplo, solo diferenciados por el quimiotipo predominante, según las características que busquemos, así elegiremos.

Una vez tomadas las precauciones pertinentes, es momento de empezar a trabajar y disfrutar de la versatilidad de los aceites esenciales. Podemos usarlos para dar masajes relajantes (de mucha ayuda en animales con elevados niveles de estrés), podemos preparar ungüentos para contracturas, para mejorar y disminuir el dolor de la artrosis aprovechándonos de sus propiedades antiinflamatorias, cremas para las almohadillas dañadas, podemos preparar sprays antiparasitarios,...

Me gustaría facilitar una bibliografía sobre este tema, pero me temo que en castellano no existe aún ningún libro sobre aromaterapia en animales (y casi nada en otras lenguas). De momento lo único que os puedo recomendar es asistir a un seminario de Susana (que esperemos que pronto se ponga a escribir ese libro que me prometió) y empezar a experimentar, siempre con precaución .

Solo daros una recetilla para los que tengáis problemas de alergia como yo: cucharada de miel con dos gotas de aceite esencial de estragón, un par de veces al día.  No se debe usar más de 3 semanas seguidas, por lo que habrá que descansar 1 ó 2 días de vez en cuando. Es un estupendo tratamiento preventivo además de paliativo, sin los efectos secundarios de los antihistamínicos que todos conocemos.

Bienvenidos al maravilloso mundo de la aromaterapia.

sábado, 4 de junio de 2011

Un perro



Me imagino que habrá quien no sepa qué es un perro. Para averiguarlo, podríamos consultar el diccionario. Allí encontramos:

perro, rra.
     1. adj. coloq. Muy malo, indigno
     2. adj. El Salv. Dicho de una persona: enojada, de mal genio.

Esta definición es la que aparece como primera acepción, aunque precisamente a mí no es la que me viene a la cabeza y por supuesto no es la que me gustaría que conociera alguien que no sepa qué es un perro. Seguimos:

perro.
     1. m. Mamífero doméstico de la familia de los Cánidos, de tamaño, forma y pelaje muy diversos, según las razas. Tiene olfato muy fino y es inteligente y muy leal al hombre.
     2. m. U. por las gentes de ciertas religiones para referirse a las de otras por afrenta y desprecio.
     3. m. Persona despreciable.
     4. m. Mal o daño que se ocasiona a alguien al engañarle en un acuerdo o pacto.
     5. m. desus. Hombre tenaz, firme y constante en alguna opinión o empresa. Era u.t.c. adj.

Siento decir que me he llevado una gran decepción al consultar la RAE. Entiendo que deben reflejar todos los usos de una palabra, pero, que haya solo 1 definición de 7 que haga referencia a los cánidos, me parece muy reduccionista. Así no sé cómo querrán que dejemos de usar la Wikipedia

Perro en la Wiki

Bueno, parece que aquí tenemos una explicación más amplia, aunque personalmente cambiaría bastante el apartado de Inteligencia y sugeriría al autor que consultara los estudios del equipo de la Universidad de Hungría.

Family dog Project

¿Qué es para mí un perro? Para mí es un maravilloso ser de cuatro patas (ó 3 ó 2 si ha sufrido alguna amputación) capaz de sentir (tiene emociones) y de empatizar con los seres que le rodean (sean humanos,  perros u otra especie) y con una pureza (nunca mienten) que es difícil encontrar en muchos bípedos.

Mi definición puede ser un tanto antropomórfica, pero es que no soy científica, solo un humano con sentimientos que intenta expresar qué es para él otro ser vivo con sentimientos.

Si alguien no sabe qué es un perro y quiere descubrirlo, le animo a adoptar uno. Pero si no puede (porque por supuesto, tienen unas necesidades mínimas que hay que cubrir, tanto físicas como emocionales), siempre puede hacerse padrino de uno en alguna sociedad protectora cercana.